Era moderna. Tecnología avanzada. Internet veloz. Redes sociales gratis…
Aparentemente son frases sueltas, o frases que vemos en la TV tradicional en la publicidad de las compañías proveedoras de Internet. Pero en el fondo, es más que eso. Es la manera de atraer a más personas al uso excesivo del Internet a través de las redes sociales. Incluso las telefónicas móviles dentro de sus planes pospago crean combo donde Facebook, X (antes Twitter), TikTok, entre otros.
Si bien es cierto, la entrada del Internet a mediados de los 90's, no llega a consolidarse sino hasta los 2010's donde la nueva generación empezó a pasar horas de horas en línea haciendo amigos al otro lado del mundo a tan solo un clic, o investigando nuevas informaciones históricas que van saliendo o la están repitiendo.
Esa consolidación del Internet en la nueva generación llevó a Mark Zuckerberg, como a otros involucrados en el área de la tecnología, a crear una red social similar al Hi5 de los 90's y 2000's que iba perdiendo terreno cada vez más sea por falta de innovación o por sobrecarga visual. El famoso MiRC, una plataforma de chat de la época que consistía en una división de salas de conversación acuerdo a los intereses de los participantes de esta y servía para conocer gente.
Estaríamos hablando que a partir de mediados de los 90’s e inicios de los 2000’s las primeres redes sociales empezaban a tomar cierta fuerza en la sociedad y en las comunidades tecnológicas. En ese entonces, nadie suponía el BOOM que aquello traería en la actualidad. Hoy en día vemos cada día más a las personas de todas las edades, ya no sólo son jóvenes adolescentes o veinteañeros, sino que también están los adultos de treinta años en adelante creando contenido para las, precisamente las redes sociales.
Si bien es cierto las redes sociales han abierto las puertas, incluso a desconocidos; personas normales, pero con un talento increíble. Las redes sociales dejaban de ser un medio de sociabilización y de conocer personas interesantes con talentos innatos y una mente maravillosa, y de fácil interacción dentro del marco del respeto, a pasar a ser un medio de enfrentamientos ideológicos radicales.
¿Dónde quedó el intercambio de ideas dentro del marco del respeto a pesar de tener pensamientos y posturas diferentes?
¿Por qué todo lo que se crea para el bienestar de la sociedad, los políticos de turno lo toman como propio y lo dañan?
Ahora, las redes son las armas utilizadas por estos políticos para crear divisiones (siguen al pie de la letra el famoso dicho: “divides y vencerás”), mover masas hacia la polarización, hacia el extremismo sin retorno. Las redes se convirtieron en un lugar de publicaciones falsas y superficiales, de una vida vacía y sin sentido, de apariencias inútiles pero que igual lo hacen para tener un “poco de autoestima”. De defender a cualquier lugar una ideología, que puede llevarnos hacia el abismo más radical.
Las redes sociales se convirtieron en la perfecta arma en esta nueva guerra mundial, como forma de crear histeria y adulterar la psiquis colectiva, debilitando aún más democracias débiles como la de Ecuador, por ejemplo. Es el arma perfecta de dictadores y autócratas para poner unos contras otros, y así salir victorioso.
Pero hay un problema: la muerte. Nadie dura una vida eterna, y en algún momento, los que crearon estas batallas y conflictos innecesarios sólo por satisfacer su ego, también tendrán un cara a cara con la muerte. Ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad y nosotros no seremos la excepción. Las redes sociales son el arma silenciosa de una guerra que todavía está por verse en que parte de la línea del tiempo se sitúa y cuál será su función en el futuro.